Cap. 8: Briane

Recomendación: Leer escuchando la canción.

El ciclo apenas había comenzado cuando ella entró a clase. Se impactó al verme; su mirada era de sospecha e intriga. Se sentó en el extremo izquierdo del salón de clases. Sola. Seguía mirando. Yo seguía mirando. Me intimidaba. Su mirada era simplemente intimidante. Trataba de huir, pero era imposible. Yo también la observaba. Tenía toda mi atención. Logró tenerla. Era casi imposible hablar con Daniel. Era imposible concentrarme. Ella era mi punto de atención.

El profesor llegó. Comenzó su clase. Rutinaria como siempre. Nada sorprendente. Era increíble cómo mantenía una estabilidad entre prestar atención a la clase y mirarme. Era interesante.

– Alguien sabe cuáles son… – El profesor pretendía captar la atención de los estudiantes, pero era inútil. Todos miraban a la chica “nueva”. ¿Quién era? ¿Cómo se llama? ¿Es de la carrera? ¿Se trasladó de universidad? ¿Cuántos años tiene? ¿Le gustaré? Preguntas que todos murmuraban en el salón.

– Alonso, te preguntaba: ¿Cuáles fueron las consecuencias sociales de la Segunda Guerra Mundial? ¿Cuál es tu respuesta?

– Ah… ¿El Holocausto?

– Efectivamente… Para la próxima, preste más atención a la clase y deje de estar mirando a la alumna nueva, que nada bueno sacará de eso. Como siguió, el Holocausto fue una de las principales consecuencias de la Segunda Guerra Mundial…. – El profesor literalmente me había dejado en evidencia y probablemente el interés de la chica nueva se haya ido. ¡Genial!

Al salir de clases y prácticamente avergonzado, no me quedaba más remedio que irme lo más rápido, escapar, huir. La sorpresa me la llevé yo al llegar a la puerta del salón.

– Alonso¿No? – ¡Era la chica nueva! ¿La chica nueva me estaba hablando? ¿Era acaso una broma de mal gusto… o es que el interés había crecido? ¿Por qué le atraen los chicos como yo, a los que les hacen bullying un profesor? Me iba más por la primera. Era totalmente extraño, pero agradable.

– Si.

– Mmm, así que ¿observando, no? jajaja.

– Si. ¿Tú igual, no? – Sonreí sarcásticamente.

– ¡Vaya! Tenemos al gracioso de la clase. La verdad, sí. – No esperaba que me lo confirmara. Era tan liberal.

– Ah…

– ¿What? ¿Te avergoncé? Uno puede observar a cualquier persona. – Me dio un puñetazo en el hombro – Tranquilo “Bro”.

– Sí, uno puede observar a cualquiera, pero no se anda diciendo a todos que los observa. Es… algo incómodo.

– ¿Así? Pensé que era interesante, pero me ha convencido. Dejaré de observarte – se acercó a mi oído y me susurró. Era una chica genuina.

***


– ¿Qué fue con la tipa nueva? Ya la hiciste jajaja – Daniel me lo decía con tanto entusiasmo.

No lo creía. Aún no salía del impacto. Eran de esas personas a las que ves por primera vez y te dejan marcado. No se borraba de mi mente. Era genuinamente auténtica.

– Y ¿Ema? Bueno ella no se comunica contigo desde aquel día, If you know what I mean jajaja – Por un segundo me sentía grande. Como si estuviera en un bosque plenamente en paz, relajado imaginando que la chica nueva estaba ahí sonriéndome y de repente Daniel dice Ema.

Mi Ema ¿Ema? mi chica perfecta. Mi amor. Mi todo.

Me olvidé de ella. No podía imaginarme que lo había hecho. Por unos segundos mi mente divago y me olvidé de ella. No lo toleré. Sé que desde que compartimos esa noche no la he vuelto a ver. Ella solo se fue, no dejó ninguna nota, ningún mensaje, bloqueo sus redes sociales y ha sido difícil hallarla. La he buscado en su casa, solo el portero me dice que la señora ha prohibido visitas para Ema. Y Ana, su única amiga, dice “no saber nada”. Evidentemente me oculta información, pero respeto la decisión de Ema. Sé qué necesita tiempo, sobre todo con todo lo que pasó aquella noche.

Supe que Matías era ese “chico de su pasado” que le hizo mucho daño. Cuando me enteré de ello todo los cabos se unieron. He estado respetando su distancia, porque sé que son muchas cosas que procesar. Sin embargo, hoy fue la primera vez que me olvidé de todo los sucesos ocurridos después de 4 meses desde aquella noche. Supe tenía que ir a buscarla nuevamente.


***


– ¡Ay amigo, te compadezco! – Podía escuchar a Ana brincando y gritando desde la rotonda de la universidad. Como siempre fastidiando a Ema.

– ¡Ema! – Reconocí su voz desde la distancia. Una sensación de cosquilleo me invadió todo el cuerpo.

Ana venía con Ema muy emocionada.

– ¡Chicos! Llegó Ema. Esta súper genial ¿No? – Ema lucía muy diferente, su estilo no solo había cambiado, algo en ella se veía como una nueva persona. Se acercó y me saludo, me miró de una manera distinta.

– ¡Awww! Espere mucho por este momento, amiga ¡Qué lindos! – Ana tan oportuna, miré a Daniel pidiendo ayuda. – ¡Miren! ahí esta Briane ¡Hey, por aquí!

– ¡Qué hay pastrulas! ¿qué tal? – La chica nueva. La chica que me observó, que me susurró al oído. La chica nueva era Briane ¿La nueva era amiga de Ana y Ema?

– ¿Qué tenemos acá? – Briane me miraba. Tenía intenciones de contarles lo que hoy pasó, lo intuía.

– Briane, él es Dani y él es Alonso, él… – Briane interrumpió a Ana.

– ¿Así que él es, Ema? – Briane sonreía sarcásticamente.
Ema lucía avergonzada, pero no podía del todo descifrar sus gestos, su cambio y el tiempo, aparentemente hizo que me sintiera como si no la conociera.

– Hola, Alonso – Ema miró a Ana y Briane con ojos serios. – ¿Cómo… Cómo has estado?

– Sus mejillas se ponían rosadas, me encantaba cuando hacía eso.
– Hola, Ema – Había pensado tantas veces en ese momento y hoy me quedé sin palabras.

– Ella es amiga de Ema, de la secundaria, acaba de llegar de… – Para variar Briane interrumpió a Ana, otra vez…

– Si, si, si, lo conozco ¿Alonso, no es así? – Literalmente estaba pálido.

Briane, aunque su nombre sonaba bien, era amiga de Ema desde la secundaria. Eso quería decir que se conocen mucho tiempo y probablemente le haya contado todo sobre nosotros. Era demasiado para ser cierto.

– Como seguía diciendo, hasta que me interrumpiste – Murmuraba Ana inconforme. – Llegó de París y estudiará aquí, en nuestra misma universidad.

– ¿Te pasa algo Alonso? – Ema amablemente preguntó.

– Sí, tienes razón Ema ¿Te pasa algo Alonso? – Briane me miró. – Es que en la clase de historia el profesor… – Interrumpí.

– Estuvo hablando sobre la segunda guerra mundial – Tenía pánico de que dijera algo referente a lo que pasó hoy en clase.

– Exacto, y… – Briane con una sonrisa pícara lo dijo.

– Y el profesor dijo que el holocausto era una de las principales consecuencias de la segunda guerra mundial, por los miles de muertos judíos… – Ella quería llevarme al límite. Lo sabía.

– Si, claro ¿Gran tragedia no? Gran tragedia. – Briane tenía un sabor amargo en la boca. El aura de ella era decepción y por alguna razón, no me gustó.

***

– ¿Qué tan sincero eres con Ema? Las cosas son así “amigo”. Sabemos que tenemos un interés mutuo. Ema es una gran mujer, es mi mejor amiga. No tengo las miles de formas de decir como ella me ha ayudado en muchas cosas y no permitiré que un estúpido como tú le haga daño. Eso te lo puedo asegurar, porque literalmente le sacaría la mierd@. No bromeo Alonso, así que deja de mirar a las flacas que eso no es de hombres.

– Yo amo Ema.

– Ja… eres el típico chico que se cree galán, el más guapo, el que posee a cualquier flaca y tira con cualquiera. Idiota. No dejaré que eso pase nuevamente con Ema.

– Tú no sabes nada de mí, no me conoces. No sé por qué decides que soy un pendejo sin ni siquiera conocerme, pero yo no soy así. Ema es la única mujer que me interesa y es así y así será.

– ¿Así? ¿Y qué fue lo de hoy?

– Nada. Tú lo dijiste. Uno puede mirar a cualquiera.

– Ahora es solo mirar, creía que era observar el término que utilizamos en la mañana ¿Sabes? No hay duda que mi mejor amiga se fijó en el primer estúpido que se le presentó – Sus ojos estaban rojos – Eres un imbécil – Se acercaba apuñalándome con el dedo – Idiota – Podía sentir su boca muy cerca de la mía.

La besé.

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Publicado por Andy Calen©

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