Cap. 11: La magia

Canción recomendada

Esperando en el carro rumbo a mi casa, recibo un mensaje de alguien desconocido en mi bandeja de Messenger. Me intrigó aún más al ver la foto de esta persona; aparentemente era una chica que se me hacía familiar. Su mensaje decía:

Hola Néstor, perdón tan tarde, pero quería saber, ¿cuándo es el cumpleaños de Merly? Me podrías decir, por favor ☝

Su redacción era admirable. Siempre me han cautivado todas las personas con una redacción correcta. Además, no puedo dejar de mencionar que básicamente era muy linda, tenía ese “no sé qué” que llamaba la atención. No dudé en contestar y saber que de esa conversación podría surgir algo, como suelo hacer, pero ella tenía algo que me intrigaba y me hacía sentir que las cosas serían diferentes, me hacía salir de mi zona de confort. Le respondí diciendo:

Hola. Claro, es el 19 de enero.

No quise ser intenso y tampoco premeditar la conversación a algo en particular, pero me sorprendió con la siguiente petición:

Gracias. Más bien 👉👈 ¿Tú crees que esta conversación puede quedarse solo entre nosotros dos? Que sea solo un secretito 😏

Me encantan las personas que, en primera instancia, tienen la personalidad suficiente para entrar en confianza y tener buena vibra. A lo que le respondí:

Descuida, sé guardar secretos 😁 Es más, si necesitas que apoye con cualquier cosa, me avisas. Estoy más que dispuesto a ayudar. Tengo el poder de convencimiento 👿👿 jajaja.

Luego de ello, no dudé en pedirle su número para hablar por WhatsApp. Como me lo esperaba, disfruté la conversación con ella. Hace mucho que no me había sentido así, con las expectativas al tope. Mi nivel de emoción, sin exageración, estaba al 1000%, tanto que quería verla ese mismo día. Sí, suelo ser un poco intenso y cambiante, soy Géminis. Ella tenía un aura muy irresistible, no podía descifrar de todo su signo, era muy sensual como un Escorpio, era muy hábil e inteligente como un Capricornio, era muy sensible como un Piscis, era sencillamente brillante y me volvía loco descifrarla. Tenía ese misticismo que me encanta.

Como era de suponer, mi yo “cautivador” salió de manera innata. Para quienes estén leyendo, sabrán que un Géminis, cuando se le presenta un reto, está de más que pregunten si lo aceptamos, se convierte en nuestro objetivo de vida. Ella era algo así para mí, mi objetivo era conocerla por completo. Y vaya que salió todo muy bien, me sorprendió. Era la primera chica que me hacía reflexionar de manera real y hacer retrospectivas en mi vida. Nunca esperé conocer a alguien así, como ella. La veía y, juro, no encontraba nada que no me gustara. Cada cosa que decía o hacía era sencillamente cautivador y muy asertivo. Éramos, en mi mente, un fiel reflejo de la estrofa de la canción “Yo las canciones y tú la magia”.

Empecé a sentir sentimientos hacia ella, sentimientos que no había experimentado por nadie. La única vez que me acerqué a sentirme así en un 50%, me rechazó y fue motivo suficiente para cerrarme y dejar de tener relaciones sin responsabilidad afectiva y lo sé, eso no es de buenas personas. Nunca dije que lo fuera. ¿Era el karma lo que estaba viniendo? Me aterraba tener una respuesta porque hasta yo la sabía.

Solo especulaba sobre las posibles razones por las cuales mi musa no me correspondía y estaba en una relación unidireccional. En medio de una depresión anticipada y sufriendo por un futuro que no veía prosperar, ella me compartió algo muy íntimo o, al menos, así lo sentí. Me contó lo que le ocurrió en su escuela cuando era apenas una adolescente; le rompieron el corazón en frente de todos. Esa historia que me compartió me hizo ver que nuestro nivel de confianza era muy importante y, sobre todo, especial. Me hizo replantearme muchas cosas, dejar de ser tan egoísta y pensar en ella. ¿Qué es lo mejor para ella? ¿Qué necesita ella de mí? Lo que ella necesitaba era alguien que la protegiera y lo mejor para ella era yo. No era bueno para mí porque claramente estaba en la friendzone, pero ella lo valía. Yo estaba dispuesto a dejar mis sentimientos a un lado por su bienestar.

***

– ¿Qué es lo que más deseas ahora, en esta etapa y momento de tu vida?

– Esa es una pregunta muy profunda, ¿lo sabías?

– Jajaja, sí. ¿Te sorprende?

– ¡Por supuesto! Creo que te estoy influyendo mucho, y esa no es mi intención.

– Tranquilo Néstor, no me estás corrompiendo. De hecho, creo que yo soy así jajaja.

– ¿Dónde está esa persona que conocí hace un año? jajaja.

– ¡Estoy aquí! jajaja. Aunque hablando en serio, te agradezco por acompañarme en este momento. Realmente eres muy importante para mí, y créeme que también me sorprendo a mí misma. Nunca había tenido tanta confianza en alguien tan rápido.

– Creo que esta conexión es mística, no al azar.

– Escuchándote, cada vez me convenzo de que es así.

– Lo es – Fumaba mi último cigarrillo.

– En serio, estos últimos 4 meses han sido intensos para mí, y agradezco que hayas estado ahí y, sobre todo, para darme consejos en mis momentos de crisis.

– Siempre estaré ahí, lo sabes – Acerqué sutilmente mis dedos hacia su mano. Ella me miró rápidamente, directamente a los ojos, con esos ojos tan brillantes. Hubo un silencio que no se sintió incómodo. La luz de la luna iluminaba perfectamente su rostro. La atmósfera pedía que la besara, y sus labios me tentaban. Me deslumbraba su mirada con esos ojos tan bellos. Solo el que me mirara estaba pleno. Hacía tiempo que no sentía esas mariposas en mi estómago, ese nerviosismo de puberto, tentándome a arriesgarme y equivocarme.

– Estoy bien, Néstor… – Se sonrojaba, sus mejillas rojas me aceleraban el corazón y me olvidaba del entorno. Acaricié su rostro, acerqué mi frente a la suya y volví embelesado a mirarla. Tenía una mirada inocente que no podía dejar de ignorar, porque sencillamente no quería dejar pasar ese momento. Roce sutilmente sus labios, me iba acercando y al besarla, todo lo demás desapareció. Solamente estábamos ella y yo. Como si no hubiera otra persona en el mundo. Terminando, continue, no podía parar. Eran muy adictivos sus besos.

– Eres increíble, Ema.

 ***

Llegando a casa, recibí un texto que decía lo importante que era para ella. Era un mensaje largo y detallado. Entré en pánico o quizás fue ansiedad, ya no lo sé. Lo único que sé es que quedé paralizado y lo único que atiné a contestar fue: “Gracias, hablamos mañana sobre ello”. Tuve miedo y reconozco que fui muy frío y distante.

Los siguientes días del mes fueron caóticos, por no decir menos. No pude encontrar las palabras para expresar cómo me sentía. Prácticamente la ignoraba porque evitaba el tema. A pesar de ello, no comprendía cómo Ema podía ser tan comprensiva conmigo. En esos 30 días, no toqué el tema, aunque sabía que ella esperaba que yo lo hiciera.

¿Cómo te explicaré lo que siento? Hablar conmigo mismo no es tarea fácil. ¿Cómo te explicaré que todas las noches presentes estás en mis sueños? Te veo, pero sigo escondiéndome de ti. ¿Será que es un temor? El temor ahogante de verte con lágrimas no desaparece. ¿Y es que el tiempo será el final? No hay un adiós porque no hay tiempo. Mis sentimientos se ven inmersos en mis miedos. El miedo de perderte sería mi final, y no desaparecerá en las noches.

Esto fue un mensaje que nunca le envié y que aún está guardado en mis notas. Después de esos 30 días, las cosas dieron un cambio radical. Ema se alejó y se distanció de mí, pero ni aun así podía dejar de verla como la tierna persona que sé que es. Nunca he podido decirle que la amo. Soy un cobarde y no hay excusas para eso. Soy cualquier cosa menos la persona que ella merece.

.

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Tik Tok: @andy.calen

Instagram: @andycalenblog

Facebook: @AndyCalenBlog

Twitter: @andycalenblog

Cap. 10: El tiempo

Canción recomendada

El tiempo puede ser un arma de doble filo. Me costó entenderlo, pero ahora sé que puede tener un efecto rebote muy fuerte si no se saben manejar las situaciones.

Ella tenía una intención clara. Sus ojos me miraban con aflicción y soledad. Por primera vez la vi distante. La amable, dulce y tierna Ema se había ido. Fue desconcertante verla de esa forma conmigo. No había tiempo para explicaciones. Sentí que era el final de algo que aún ni siquiera comprendía. Era un adiós sin haberle dicho adiós. No había tiempo para aclaraciones que no buscaba ni quería escuchar. Mis pensamientos giraban en círculos sujetando sus manos. Sabía que eso no haría que mi pánico se fuera. No había tiempo para argumentos que sabía que no iba a querer creer, porque me dolía solo el hecho de que ella se alejara de mí, tomaría distancia y eventualmente esta historia “que nunca pudo ser” quedaría en el olvido. El agobio provocado por el cúmulo de pensamientos que se venían a la mente en ese momento me provocaba asfixia. Sentía que me hundía cada vez que ella me decía “lo siento”. Ella solo seguía pidiendo perdón por algo que no tenía que pedir disculpas. Me sentí un egoísta mediocre sintiéndome morir porque solo podía pensar en mí en ese instante.

– Lo conocí sin pensar que mis sentimientos se verían involucrados. Y aunque sé que no soy correspondida, no me atrevo a no ser honesta contigo. No quiero dañarte, porque sé lo que es estar roto por dentro, y no deseo eso para ti, Alonso. Mereces mucho más, realmente, y yo no puedo ser la persona que mereces, al menos no ahora.

Cuando amas a alguien, te duele dejarla ir. Tuve claridad de mis sentimientos cuando ya era muy tarde. Me tardé tanto en tener certeza de mi amor que ahora ya nada podía hacer. Estaba todo hecho y estaba de brazos cruzados. No sabía bien qué me esperaba o qué me tocaba hacer. Estaba inmerso en mis pensamientos, parado frente a ella, sin articular ninguna palabra.

– Perdóname, Alonso – Ema lloraba.

Precisamente en ese momento no tenía mucha cabeza para pensar en Ema y me sentí culpable después por ello. La dejé y me retiré en silencio. Escuché un par de veces que Ema decía mi nombre, pero no tenía la suficiente valentía para poder hablarle y mucho menos mirarla a los ojos.

Caminé unas diez cuadras por la ciclovía en medio de la pista. Quería encontrarme a mí mismo y tener una respuesta a la pregunta de “¿Qué te toca hacer ahora?”. Sabía que no sería fácil tener esta conversación conmigo mismo, pero necesitaba respirar y ordenar mis pensamientos.

Solo tenía certezas de tres cosas: 

  1. La primera era que Ema se había enamorado, aparentemente, de una persona que no era yo. En ese momento pude comprobar que efectivamente “las palabras hieren mucho más que las acciones”. 
  2. La segunda era que yo estaba enamorado de Ema y que me di cuenta de mis sentimientos muy tarde. 
  3. Y la tercera era que el amor que sentía por Ema no era suficiente para cambiar el rumbo de la situación. Estaba envuelto en un triángulo amoroso que no pedí entrar y no era correspondido.

Mientras caminaba, solo podía pensar en esa historia que nunca se daría entre ella y yo, creando escenas ficticias que solo pasarán en mi mente, mientras escuchaba “Wait”.

***

Los días transcurrían muy rápido y yo no tenía el coraje de poder hablar con ella, a pesar de que ella me buscaba a diario por todos lados: redes sociales, afuera de mi salón de clases, con Daniel, Ana, hasta con Briane. No me perdono hasta ahora que yo haya tomado esa actitud. No fue mi mejor momento como persona, y sé que la hice sentir pésima a Ema. No fue mi mejor momento.

El tiempo, como dije, puede ser un arma de doble filo. Anteriormente yo jugaba en contra. Ahora el tiempo estaba haciendo su trabajo, me estaba ayudando a continuar y dejar el sentimiento ahogante de la situación. El tiempo estaba haciendo su trabajo. Necesitaba un tiempo a solas. Sin nadie a mi alrededor, solo conmigo mismo, permitiéndome, después de mucho tiempo, concentrarme en mis estudios, por más aburrido que pueda sonar. En esta dinámica, los 6 meses no se sintieron como 6 años.

Tuve momentos donde mi estado de ánimo estaba muy bajo. Probé estos encuentros “casuales” con personas. No me enorgullece afirmarlo, pero ayuda mucho disipar tu mente tener una compañía en la que no existe presión por ninguna de las partes. Esta “amiga con derechos” fue un descanso, una salida de toda la situación que aún no quería afrontar. Probar el sexo frío y distante es solo eso, sexo.

Melissa (mi “amiga con beneficios”) justo hoy me pidió ir a su departamento. Al salir de el, caminar un poco y buscar respuestas a muchas preguntas que aún no me sentía preparado para responder, sentí que alguien me observaba.

Alcé mi mirada, y Briane estaba ahí, caminando hacia mí, con su mirada tan fija y sonriéndome.

– Hasta que por fin se te puede encontrar, Alonso. ¿Por qué demonios han desaparecido? 

– Hola… 

– Empezamos mal… 

– No es un buen momento para hablar Briane, no quiero hacerlo. 

– Bájame esos humos, no soy Ema, para empezar. No sé cómo ella ha tolerado tanto de ti. No eres un buen amigo. Mejor que las cosas se hayan resuelto de esta manera. 

– No, Briane, no aceptaré que vengas con aires de grandeza y menos hablar de mí como si yo hubiera sido el “malo de la historia”. 

– ¡Es en serio! Es que no me lo puedo creer. Me estás diciendo que por ser “el hombre” al que rechazaron, ¿Ema, “la mujer”, es la mala de la historia?. Aceptalo, Alonso. Por fin alguien te dijo “no”. Estás tan acostumbrado a ser ese chico “popular”, el que recibe toda la atención de las personas, el que solo puede pensar en él mismo y no le entra en su cabecita que existen más personas y que puedes dañarlas. 

– No actué de la mejor forma con Ema, eso lo reconozco. Pero no necesito esto ahora. Me voy. 

– ¡Claro! Como el niño que lo tiene todo necesita espacio, hay que darle espacio. ¡No, Alonso! Si yo quiero, camino contigo todo el trayecto diciéndote la lista de cosas que te hacen una persona egocéntrica y narcisista. 

– Espera, ¿qué? Briane… ¿Qué te he hecho yo? 

– Claro, “la víctima” se victimiza una vez más. 

– ¡Qué mierda quieres, Briane! – Me exasperó su enojo sin ninguna explicación. Ella se acercó, como un ademán para retarme y al tenerla muy cerca de mí, me miró, y entendí que tenía que besarla. Lo atroz vino después.

Ema, junto a Néstor, caminaba hacia nosotros. Era la primera vez que veía su rostro después de 6 meses, y me vio besando a su mejor amiga. Rápidamente rechacé a Briane, que me miró con desdén después de ello. Estaba atónito, no inmutaba a hacer ninguna mueca. Néstor, siendo el salvador de la situación, aunque no comprendía muy bien qué hacía en medio de esta situación, se acercó para decirme:

– Recuerdas a mi musa, sigo siendo un cobarde con ella. No puedo ser razonable cuando estoy con ella al frente.

Cuando dijo “musa”, sentí que todas las piezas del rompecabezas empezaron a cuadrar y armarse. Ahora tenía mucho sentido todo.

.

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Tik Tok: @andy.calen

Instagram: @andycalenblog

Facebook: @AndyCalenBlog

Twitter: @andycalenblog

Cap. 9: Beso de despedida

Recomendación para leer este blog, escuchar esta canción.

¿Es solo un gusto? ¿Qué es un gusto? En mi rara forma de pensar, el significado de ‘gusto’ es el conjunto de emociones hacia una persona.

¿Acaso soy la única persona que se lo ha preguntado? Creo que el hecho de que alguien te guste implica una demostración de cariño y afecto. Claro que si hablamos desde la perspectiva de otras personas, quizá el significado puede cambiar. 

¿Qué significa estar ‘enamorado’? Creía saberlo, pero realmente ahora siento que soy un inexperto, me siento en la pubertad cuando empezaba a descubrir cosas.

El punto es que durante toda mi vida, y sé que no he vivido mucho aún, pero la poca y humilde experiencia que tengo hasta el momento me llevan a esta pregunta ¿Por qué los sentimientos siempre surgen en el momento menos indicado?

Han transcurrido un mes desde que bese a Briane. Sé que no fue correcto, pero realmente me gustó mucho y eso me dió miedo. He estado evitando a Ema por ella, porque no tenía cara de mirarla a los ojos y mentirle sobre mis sentimientos. Aunque realmente no sé lo que sienta en estos precisos momentos. Han sido semanas bastante difíciles.

Estar sin Ema ha sido muy extraño pero de alguna forma liberador. A pesar de saber que aún siento cosas por ella sabía que algo había cambiado, ya no era lo mismo, eso me provocaba ‘asfixia’ literalmente, hablo de ansiedad. Fueron sin lugar a duda días complicados. He mantenido un perfil bajo, me alejé de mí círculo más cercano de amigos porque los comparto con Ema, pero eso me permitió conocer a nuevas personas, como Josh y Mía. Son esa clase de amigos que hacen todo lo posible para que estés, en la mayoría de tiempo, alegre. Ellos me trajeron mucha tranquilidad estos últimos días.

De hecho, hoy me presentarán de Néstor, dicen que es un tipo muy relajado. Me dijeron y cito: “habla mucho y siempre tiene un montón de planes, está activo”. Imagino que es extrovertido y por los últimos días siento que necesito a alguien así en mi vida.

– Alonsoooo ¡cuando quieras! – me gritaba Mía y la risa de Josh se escuchaba desde esas dos cuadras que nos separaban.

– Jajaja les permito burlarse porque son unos idiot@s que me hacen bien.

– Nos amas Alonso, lo sabemos – Mía replicaba.

– ¿Estás listo para explotar tu mente? – Josh con su estilo aestetic, me preguntaba con tono muy curioso.

– Si con eso te refieres a conocer a Néstor, pues sí.

– Jajaja no sabes lo que te espera pequeño Alonso – Mía, segura como siempre, me convenció.

Nos dirigimos a un parte escondida, y nos encontramos con Néstor, a distancia parecía un tipo hispter con una onda aestetic, tenía una gorra de pescador muy característica. De hecho, no puedo negar que tenía una buena vibra, sentía que tenía garantizado pasarla bien.  

– ¡Hey! ¿Qué tal? ¿Cómo están mis amigos sagitario y aries? – Néstor saludo a Josh y Mía respectivamente – ¡Oh! El nuevo de nuestra comunidad secreta – Creo que se refería a mí.

– ¡Hey! – Es lo único que se me ocurrió.

– Jajaja tranquilo, bromeo ¡Tú eres Alonso! ¿Qué tal hermano?

– Bien amigo.

– Siento algo de tensión, los chicos me han contado algo de tu dilema. No te preocupes, estamos aquí para mejorarlo – Por alguna razón me transmitió mucha paz y confianza.

Estuvimos conversando un poco, fumando por momentos hasta que Mía y Josh se fueron diciendo que regresarían.

– Así que estas en esta encrucijada sentimental… Interesante. Sabes… desde mi punto de vista esto se resuelve muy fácil, bésala.

– ¿Qué? ¿Cómo? No puedo, no puedo ni verla a los ojos. No podría mentirle ni ocultarle.

– Eso es muy cierto, pero tampoco es justo para ti ¿No? Estas un mes sin saber que sentir, estás confundido, y eres un acuario, te acepto si fueras igual que yo, los géminis somos indecisos, pero tienes que saber lo que sientes. Se nota que estas en búsqueda de paz mental y no la tienes. Toma acción, si no es hoy ¿Cuándo será?

De cierta forma, es un buen punto. No saber que siento me está matando por dentro. Ha hecho mis días trágicos, sin dramatizar.

– Siento que me conoces de años, pero si, me he sentido pésimo.

– Mira, yo hace unos tres meses conocí a alguien increíble, de esas personas que sabes que nunca más volverás a conocer a alguien igual. Me puedes ver ahora dándote un buen consejo, uno muy razonable y eficaz. Pero no soy nada más que un cobarde, no me atrevo a decirle a la propia persona que me gusta que me gusta, irónico ¿No? Solo sé que no puedo permitir que otras personas sean igual de cobardes que yo. No pierdas tiempo, no dejes ir a alguien que realmente te importe.

Sus palabras fueron muy profundas y directas. Supe que era momento de buscar a Ema.

-Traemos a nuestra amiga la m@ri – Mía y Josh vinieron con lo que ellos llaman “su amiga”.

Después de esa conversación todo lo demás quedó en recuerdos borrosos.

***

-Ema ¿Podemos hablar?

– Alonso – Ema tenía una cara pálida, pero seguía igual de radiante – Si, me gustaría hablar.

Nos sentamos en el patio trasero de la universidad, no había nadie, era tarde, pero la noche parecía perfecta, ella lo era. Sabía que besarla sin hablar, ni dar explicaciones, no estaba bien, pero solamente verla me hizo darme cuenta de que mis sentimientos seguían igual, hasta probablemente se habían afianzado aún más.

– ¿Paso algo Alonso? ¿Está todo bien? – Tenía una cara de preocupación. Adoraba esa mirada, me acerqué a ella.

– Alonso… – Ella me miraba y vi ese brillo que tanto me gusta, los mismos que vi aquella noche y la bese, pero por alguna razón lo sentí como una despedida.

.

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Tik Tok: @andy.calen

Instagram: @andycalenblog

Facebook: @AndyCalenBlog

Twitter: @andycalenblog

Cap. 8: Briane

Recomendación: Leer escuchando la canción.

El ciclo apenas había comenzado cuando ella entró a clase. Se impactó al verme; su mirada era de sospecha e intriga. Se sentó en el extremo izquierdo del salón de clases. Sola. Seguía mirando. Yo seguía mirando. Me intimidaba. Su mirada era simplemente intimidante. Trataba de huir, pero era imposible. Yo también la observaba. Tenía toda mi atención. Logró tenerla. Era casi imposible hablar con Daniel. Era imposible concentrarme. Ella era mi punto de atención.

El profesor llegó. Comenzó su clase. Rutinaria como siempre. Nada sorprendente. Era increíble cómo mantenía una estabilidad entre prestar atención a la clase y mirarme. Era interesante.

– Alguien sabe cuáles son… – El profesor pretendía captar la atención de los estudiantes, pero era inútil. Todos miraban a la chica “nueva”. ¿Quién era? ¿Cómo se llama? ¿Es de la carrera? ¿Se trasladó de universidad? ¿Cuántos años tiene? ¿Le gustaré? Preguntas que todos murmuraban en el salón.

– Alonso, te preguntaba: ¿Cuáles fueron las consecuencias sociales de la Segunda Guerra Mundial? ¿Cuál es tu respuesta?

– Ah… ¿El Holocausto?

– Efectivamente… Para la próxima, preste más atención a la clase y deje de estar mirando a la alumna nueva, que nada bueno sacará de eso. Como siguió, el Holocausto fue una de las principales consecuencias de la Segunda Guerra Mundial…. – El profesor literalmente me había dejado en evidencia y probablemente el interés de la chica nueva se haya ido. ¡Genial!

Al salir de clases y prácticamente avergonzado, no me quedaba más remedio que irme lo más rápido, escapar, huir. La sorpresa me la llevé yo al llegar a la puerta del salón.

– Alonso¿No? – ¡Era la chica nueva! ¿La chica nueva me estaba hablando? ¿Era acaso una broma de mal gusto… o es que el interés había crecido? ¿Por qué le atraen los chicos como yo, a los que les hacen bullying un profesor? Me iba más por la primera. Era totalmente extraño, pero agradable.

– Si.

– Mmm, así que ¿observando, no? jajaja.

– Si. ¿Tú igual, no? – Sonreí sarcásticamente.

– ¡Vaya! Tenemos al gracioso de la clase. La verdad, sí. – No esperaba que me lo confirmara. Era tan liberal.

– Ah…

– ¿What? ¿Te avergoncé? Uno puede observar a cualquier persona. – Me dio un puñetazo en el hombro – Tranquilo “Bro”.

– Sí, uno puede observar a cualquiera, pero no se anda diciendo a todos que los observa. Es… algo incómodo.

– ¿Así? Pensé que era interesante, pero me ha convencido. Dejaré de observarte – se acercó a mi oído y me susurró. Era una chica genuina.

***


– ¿Qué fue con la tipa nueva? Ya la hiciste jajaja – Daniel me lo decía con tanto entusiasmo.

No lo creía. Aún no salía del impacto. Eran de esas personas a las que ves por primera vez y te dejan marcado. No se borraba de mi mente. Era genuinamente auténtica.

– Y ¿Ema? Bueno ella no se comunica contigo desde aquel día, If you know what I mean jajaja – Por un segundo me sentía grande. Como si estuviera en un bosque plenamente en paz, relajado imaginando que la chica nueva estaba ahí sonriéndome y de repente Daniel dice Ema.

Mi Ema ¿Ema? mi chica perfecta. Mi amor. Mi todo.

Me olvidé de ella. No podía imaginarme que lo había hecho. Por unos segundos mi mente divago y me olvidé de ella. No lo toleré. Sé que desde que compartimos esa noche no la he vuelto a ver. Ella solo se fue, no dejó ninguna nota, ningún mensaje, bloqueo sus redes sociales y ha sido difícil hallarla. La he buscado en su casa, solo el portero me dice que la señora ha prohibido visitas para Ema. Y Ana, su única amiga, dice “no saber nada”. Evidentemente me oculta información, pero respeto la decisión de Ema. Sé qué necesita tiempo, sobre todo con todo lo que pasó aquella noche.

Supe que Matías era ese “chico de su pasado” que le hizo mucho daño. Cuando me enteré de ello todo los cabos se unieron. He estado respetando su distancia, porque sé que son muchas cosas que procesar. Sin embargo, hoy fue la primera vez que me olvidé de todo los sucesos ocurridos después de 4 meses desde aquella noche. Supe tenía que ir a buscarla nuevamente.


***


– ¡Ay amigo, te compadezco! – Podía escuchar a Ana brincando y gritando desde la rotonda de la universidad. Como siempre fastidiando a Ema.

– ¡Ema! – Reconocí su voz desde la distancia. Una sensación de cosquilleo me invadió todo el cuerpo.

Ana venía con Ema muy emocionada.

– ¡Chicos! Llegó Ema. Esta súper genial ¿No? – Ema lucía muy diferente, su estilo no solo había cambiado, algo en ella se veía como una nueva persona. Se acercó y me saludo, me miró de una manera distinta.

– ¡Awww! Espere mucho por este momento, amiga ¡Qué lindos! – Ana tan oportuna, miré a Daniel pidiendo ayuda. – ¡Miren! ahí esta Briane ¡Hey, por aquí!

– ¡Qué hay pastrulas! ¿qué tal? – La chica nueva. La chica que me observó, que me susurró al oído. La chica nueva era Briane ¿La nueva era amiga de Ana y Ema?

– ¿Qué tenemos acá? – Briane me miraba. Tenía intenciones de contarles lo que hoy pasó, lo intuía.

– Briane, él es Dani y él es Alonso, él… – Briane interrumpió a Ana.

– ¿Así que él es, Ema? – Briane sonreía sarcásticamente.
Ema lucía avergonzada, pero no podía del todo descifrar sus gestos, su cambio y el tiempo, aparentemente hizo que me sintiera como si no la conociera.

– Hola, Alonso – Ema miró a Ana y Briane con ojos serios. – ¿Cómo… Cómo has estado?

– Sus mejillas se ponían rosadas, me encantaba cuando hacía eso.
– Hola, Ema – Había pensado tantas veces en ese momento y hoy me quedé sin palabras.

– Ella es amiga de Ema, de la secundaria, acaba de llegar de… – Para variar Briane interrumpió a Ana, otra vez…

– Si, si, si, lo conozco ¿Alonso, no es así? – Literalmente estaba pálido.

Briane, aunque su nombre sonaba bien, era amiga de Ema desde la secundaria. Eso quería decir que se conocen mucho tiempo y probablemente le haya contado todo sobre nosotros. Era demasiado para ser cierto.

– Como seguía diciendo, hasta que me interrumpiste – Murmuraba Ana inconforme. – Llegó de París y estudiará aquí, en nuestra misma universidad.

– ¿Te pasa algo Alonso? – Ema amablemente preguntó.

– Sí, tienes razón Ema ¿Te pasa algo Alonso? – Briane me miró. – Es que en la clase de historia el profesor… – Interrumpí.

– Estuvo hablando sobre la segunda guerra mundial – Tenía pánico de que dijera algo referente a lo que pasó hoy en clase.

– Exacto, y… – Briane con una sonrisa pícara lo dijo.

– Y el profesor dijo que el holocausto era una de las principales consecuencias de la segunda guerra mundial, por los miles de muertos judíos… – Ella quería llevarme al límite. Lo sabía.

– Si, claro ¿Gran tragedia no? Gran tragedia. – Briane tenía un sabor amargo en la boca. El aura de ella era decepción y por alguna razón, no me gustó.

***

– ¿Qué tan sincero eres con Ema? Las cosas son así “amigo”. Sabemos que tenemos un interés mutuo. Ema es una gran mujer, es mi mejor amiga. No tengo las miles de formas de decir como ella me ha ayudado en muchas cosas y no permitiré que un estúpido como tú le haga daño. Eso te lo puedo asegurar, porque literalmente le sacaría la mierd@. No bromeo Alonso, así que deja de mirar a las flacas que eso no es de hombres.

– Yo amo Ema.

– Ja… eres el típico chico que se cree galán, el más guapo, el que posee a cualquier flaca y tira con cualquiera. Idiota. No dejaré que eso pase nuevamente con Ema.

– Tú no sabes nada de mí, no me conoces. No sé por qué decides que soy un pendejo sin ni siquiera conocerme, pero yo no soy así. Ema es la única mujer que me interesa y es así y así será.

– ¿Así? ¿Y qué fue lo de hoy?

– Nada. Tú lo dijiste. Uno puede mirar a cualquiera.

– Ahora es solo mirar, creía que era observar el término que utilizamos en la mañana ¿Sabes? No hay duda que mi mejor amiga se fijó en el primer estúpido que se le presentó – Sus ojos estaban rojos – Eres un imbécil – Se acercaba apuñalándome con el dedo – Idiota – Podía sentir su boca muy cerca de la mía.

La besé.

.

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Facebook: @AndyCalenBlog

Instagram: @andycalenblog

Twitter: @andycalenblog

Bitácora del 15 de Enero

Es casi imposible el olvido.

Olvidarme, olvidarte, es una ilusión.

Me voy, segundos estás en mí

Los minutos corren y sigues ahí.

Las horas no perdonan y sigues aquí.

***

Necesito hablarlo, decirlo,

no puedo continuar con la asfixia constante de no saber si será.

Sentado desde aquí te veo en mí.

Eres intangible, y aun que eres impredecible veo a través de ti.

***

Cura el corazón, está hecho trizas.

Cura las heridas de este sentimiento.

Cura este amor que dejaste que sintiera por ti.

***

Eres intocable, pero te siento en mis sueños.

¿Vivo por ti? ¿Quieres a este amor?

Sigues en mi ser .

Sigues aquí y duele.

***

La distancia permanece.

¿Por qué sigo sintiéndote?

Tu ausencia llega día a día.

¿Se irá?

Pienso en ti

¿Por qué creo un mundo junto a ti?

***

Debo levantarme de este dolor.

Ya no siento tu olor,

Ya no siento tu calor.

No sabré si te irás o te quedarás.

Solo veo tu distancia.

***

Ganaste.

Lamento no estar allá, en tus sueños.

Solo veo tu distancia corriendo en el tiempo.

Me miento para no sentir tu ausencia.

Y aunque no sientas la mía, seguiré sintiéndome.

.

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Facebook: @AndyCalenBlog

Instagram: @andycalenblog

Twitter: @andycalenblog

Cap. 7: Te amo

Recomendación: Leer escuchando la canción.

Ella es la chica de mis ojos.

En su sonrisa está la luz y es perfecto verla sonreír al menos una vez al día. Me agrada tanto.

Probablemente se cansen de leer siempre lo mucho que me encanta Ema, de lo perfecta que es, de que la quiero tanto, tanto que hasta duele.

Amar a una persona tanto hasta que duela, eso es amor.

Amo Ema, con todas las cosas que han pasado, hemos vivido y nos tocará vivir. La amo con su pasado, su presente y su futuro.

No pretendo que piensen que soy un ingenuo pero puedo decir a mis 18 años, conocí el amor con ella.

Primer intento

Chat de Ema:

Alonso: ¡Hey! 🙂 Te estoy viendo ahora

Ema: ¿Estás… en el auditorio?

Alonso: Yeap, separa el sitio, me sentaré contigo. 

Me senté a su costado en todo el conversatorio. El momento fue incómodo, el conversatorio estaba aburrido hasta que el director de la película empezó a hablar, que por cierto estaba durmiendo todo el tiempo que el productor hablaba. 

– Claro, es mi turno de hablar. Bien chicos yo no los aburriré más de lo que sé que ya están. Al decir verdad a mi también me aburrió todas las pastruladas que dijo mi amigo, pero la verdad es que todo lo que dijo él, es cierto, por desgracia – Se escucharon risas – ¿Saben algo? Los que quieren hacer cine, el verdadero cine, tienen que conseguirse a uno como él, porque sin un buen productor tu película no la verá nadie, nadie te dará el dinero y mucho menos que te paguen por hacer una obra de arte.

– Oye – Le susurre al oído – Tiene estilo. 

– Me encanta.

– El cine es un arte. Hay que saber entenderlo para hacer un buen cine. No se trata de entender a los famosos cineastas, se trata de ti mismo, es la búsqueda de tu yo interior. Si no se conocen a ustedes mismos créanme, fracasarán. Vamos hacer algo, dejemos la charla a un lado. Hagan lo que quieran hacer en estos precisos momentos. ¡Vamos! Si han querido agarrarse a esa flaca por años, hoy es la oportunidad ¡Vamos!

El auditorio estalló de escenas frenéticamente inesperadas. Muchos se besaban. Hombres con mujeres. Mujeres con mujeres. Hombres con hombres. Y ella y yo solos, sentados viendo todas estas escenas. La mire a los ojos. Sujete sus manos. Volví a mirarla. Acaricie su mejilla. Me acerqué. Ella estaba nerviosa. Cerró los ojos. Rose sus labios. Estaba muy cerca.

– ¡Vaya! Sí que tenían muchas ganas. Esto es solo el principio chicos, descúbranse y vivan la vida, ese es mi secreto para hacer buen cine, lo demás es, ya saben, no puedo decir lisuras. Gracias por su atención.

La oportunidad se fue. La oportunidad después de meses, se fue. No pude besarla.

Segundo intento

Chat de Ema:

Alonso: Hey! Irás hoy a Barranco Bar, ¿no?

Ema: No creo 😦

Alonso: ¡¿Por qué?!

Ema: Terminará tarde y está lejos de mi casa. No tengo donde quedarme.

Alonso: ¡Lo solucionaré, pero pleeeeeease tienes que ir!

Chat de Daniel:

Alonso: ¡Dan! en que estas? ¿Necesito un favor, Ana irá al bar no?

Daniel: ¿Sí? Y debo preguntar ¿Por qué preguntas por ella? ¿Te gusta mi flaca? jajaja

Alonso: Si.

Daniel: ¿KHE?

Alonso: No idiot@, Ema no tiene donde quedarse, por eso no irá al club. 

Daniel: Ahora todo tiene sentido. Okey, ¿Quieres que se quede en el depa?

Alonso: ¡¡¡En serio!!!

Daniel: Soy tu mejora, desde luego que voy a contribuir con que hoy tengas el delicioso. 

Alonso: No jod@s Daniel. Pero en serio, gracias.

Chat de Ema:

Alonso: Conseguí un lugar. Es el depa de Daniel, irá Ana también.

Ema: Su departamento…

Alonso: Si 🙂 Descuida estaré yo. Daniel no hará nada jajaja.

Ema: jajaja mmm no lo se. Aunque si está Ana quizá mi mamá si me deje.

(Ema está desconectado)

Alonso: Por favor ve. 

Luego de unas horas.

Alonso: Llegue a tu casa, estacione afuera.

Ema: Ya salgo.

Esperaba ansioso en el auto. Encendí la radio, luego me di cuenta que era muy pensado así que lo apagué. Limpié un poco el asiento del costado y eché el aromatizante. Luego me di cuenta que dejó mucho olor y encendí el aire acondicionado. Ema salía de la portería, estaba radiante. Traía una casaca de cuero negro, de hecho, tenía un estilo algo diferente a lo que suele usar, estaba diferente, pero le quedaba muy bien.

– Luces radiante Ema – Ella subía al auto.

– Gracias – Se sonroja.

– Bueno ¿Lista para una gran noche?

– Siii – Extendió sus manos hacia arriba y gritó.

Llegamos a la tocada y dejé por un momento a Ema con Daniel y Ana. Tenía que hablar con los chicos de la banda.

– ¡Qué tal hermano! – Los chicos de la banda me saludaban.

– Chicos, necesito que canten la canción que practicamos. Se que es pronto, no la han ensayado mucho, pero…

– Tranquilo, déjamelo a mi. ¿Esta la chica que inspiró la canción? – Matías, el vocalista, lo decía con mucha confianza.

– De hecho, si, ella está aquí. – Los chicos de la banda empezaron a fastidiarme.

– ¡Bien Alonso! Sin lugar a dudas ella hoy saldrá del bar siendo tu flaca. – Los demás empezaron a reír.

– Solo quiero que menciones que la canción fue escrita para ella – Matías me interrumpió.

– Tranquilo, no es la primera vez que hago esto. Diré todo el floro, te menciono y luego digo su nombre. ¡Hoy nuestro amigo va a campeonar! – Todos reían. 

Salí del camarín y fui a la mesa donde estaban Daniel, Ana y Ema. La mesa se encontraba algo alejada del estrado, lo cual era bueno para tener mayor privacidad y poder conversar. Cuando inició la tocada todos empezaron a acercarse al estrado y la banda empezó con los mejores temas, sin lugar a dudas estaban siendo un éxito. Esperaba el momento en que Matías inicie la dedicatoria, tenía todo planeado, él hablaba acerca de la canción y luego yo me acercaba a ella para poder decirle que todo este tiempo había sido ella la única, la única persona que me hizo replantearme todo, decidir ser mejor, ser yo mismo y aceptarme tal cual. 

Mientras me proyectaba veía a Ema con un rostro impaciente, ansioso y desconcertado. No sabía muy bien qué ocurría, se veía como en shock. Quise preguntarle, pero al verla tan ensimismada no quise interrumpir sus pensamientos. Los chicos de la banda seguían cantando canción tras canción y ella seguía inmóvil. Cada minuto que pasaba tenía la certeza de que algo estaba ocurriendo solo que no entendía que. En ese preciso momento Matías empieza la dedicatoria.

– Hoy quiero cantar una canción nueva, una canción que fue inspirada por una persona. Una persona única, especial… – Ema se acercó al estrado – Ella. Si, ella, es una chica. – las voces del público se escuchaban con un tono de ternura – Ella hizo que – Ema llegó al estrado y miró a Matías. Él se percató de ella y vi el mismo rostro de Ema en él, impaciente, ansioso, y desconcertado. – Hizo que me replanteara todo, cambio mi vida, me hizo mejor. Esta canción es para ti Ema. – Matías empezó a cantar mi canción. 

Nunca me había sentido tan usado en mi vida. No podía creer que Matías se apoderó de mi canción y no solo eso, sino que se la dedico a mi Ema, justamente a ella. Tenía millones de insultos en mi mente, pero Daniel y Ana me detuvieron en el momento en que quería acercarme al estrado a partirle la madre. Sumido en mis pensamientos noté que Ema se retiraba del bar con ciertas lágrimas en su rostro. Me di cuenta que esto no se trataba de mi, estaba siendo muy egoísta con mis sentimientos que dejé de pensar en cómo se sentía Ema. Estaba por seguirla y Matías bajo del estrado dejando al público y siguió a Ema. Colmado de impotencia quise seguirlos, pero Daniel y Ana nuevamente me detuvieron. Consternado esperé inconforme. 

– Ire ahora, ya pasaron 10 minutos. 

– Alonso, dale espacio, es evidente que todo esto tiene una explicación, pero si vas ahora no será un buen momento para ella y por ende para ti. – Ana trataba de calmar mi desesperación. 

–  Pretendes que me quede solo a esperar cuando Matías, la persona que no solo robó mi canción, sino que la dedicó a Ema, mi canción, mi canción, y él está con ella a solas. – Desde mi punto de vista no tenía coherencia su consejo. – Ire.

La impotencia y el enojo hizo que se apoderara de mí por ese instante y salí del bar. Pude ver desde la entrada que ellos estaban hablando en la esquina del bar. No era precisamente una conversación amena, pero de hecho podía darme cuenta que ellos ya se conocían, ya tenían historia. Eso me hizo sentir inseguro y no conforme con ello, me acerque aún más para poder escuchar su conversación. Pude esconderme un poco entre los arbustos de la entrada y vi a Ema con sus ojos rojos.

– Déjalo así, no quiero arrastrar el pasado a mi presente. Déjalo así por favor Matías.  

– No Ema, no quiero. Se que no soy la persona más honesta, pero créeme cuando te digo que aún sigo sintiéndome… – Matías tomó sus manos de Ema, hubo un silencio y luego continuó – Contigo soy diferente, todo lo que soy o mejor dicho lo que creen que soy, eso contigo no funciona, no existe. Tu eres la única que me hace sentir de esta forma…real. – Veía a Matías en una faceta que no había visto, de hecho, noté mucha sinceridad en sus palabras y eso me pesaba. – Se que nunca te he dicho esto, pero…te amo.

De pronto sentí todo pesado, opresión y me di cuenta que temía escuchar la respuesta de Ema.

– Ya no soy la chica de la secundaria que conociste Matías. Ustedes me fragmentaron y ha sido muy difícil recomponerme. Nuestra relación… si es que se le puede llamar a lo que tuvimos relación, ya no existe. – Matías la interrumpió.

– Se que te hicimos mucho daño. Yo me siento culpable todos los días desde esa noche. Yo no hice nada, no te defendí, no te protegí y lo principal te ignoré cuando necesitabas ese apoyo. No me lo perdono, vivo con eso todos los días, me come el alma. Quisiera cambiarlo, pero no puedo borrar el pasado, déjame poder hacerlo ahora, déjame ser parte de tu presente, por favor.  

– No lo compliques, por favor – Matías la interrumpe.

– Ema yo se que – Me enfurecí al ver que él quería obligarla a cambiar de opinión, me dejé llevar por mi frustración, mi enojo y mi impotencia, salí del arbusto de donde me escondía y fui directamente a ellos. 

– Matías, ya déjala – Hice que Matías deje de sujetar sus manos de Ema – Ya te dijo no, ya fue suficiente, ya hiciste mucho por hoy. – Comprendió lo que le dije entre líneas. 

– Alonso… tú – Ema trataba de secar sus lagrimas. 

Sujete sus manos y la lleve a mi auto. 

***

La llevé a la costanera, donde sabía que podíamos hablar un poco más tranquilos. Al estacionarme, vi que Ema estaba dormida en el asiento. Se le veía muy linda, tenía las mejillas rojas y parte de su cabello tapaba su rostro. Me acerque a ella, sabía bien que estábamos solos, era la primera vez después de mucho tiempo de estar solos, estaba muy cerca de sus labios, tenía un olor muy particular, a cereza, cada vez tenía el impulso de querer besarla, pero sabía que no era el momento ni las circunstancias correctas. 

Tercer intento

Llame a Daniel para saber si aún se encontraban en el bar.

– ¡Alonso! ¡Al fin llamaste! Salimos a buscarte, pero ya no estabas. Matías esta furioso contigo ¿Qué ha pasado? 

– ¿En donde estas?

– En el depa, nos retiramos, las cosas en el bar se pusieron tensas cuando Matías entró histérico diciendo que tú eras entrometido…

– Poco me importa lo que él diga ¿Estoy con Ema, podemos ir al depa?

– ¡Claro! Dale. 

Llegamos al departamento, desperté a Ema para bajar del auto, me sentí culpable por despertarla. Al llegar, Daniel y Ana no hablaron mucho de lo ocurrido, al poco tiempo se fueron a dormir al cuarto de Daniel. Me quedé con Ema en el segundo cuarto que quedaba, acomode algunas cosas mías que había dejado cuando me quedaba a dormir en el departamento.

– Gracias Alonso, por lo de hoy…por todo.

 – No te preocupes Ema, solo quiero que estés bien. Solo eso. – La bese en la frente.

Saqué unas cubrecamas y unas almohadas del armario y las extendí en el suelo.

– Tengo unos polos míos aquí…no se si deseas ponértelos…

– Si, esta bien – tímidamente.

Ema se sacó la casaca y luego me miró.

– ¡Ah! Claro, me volteo.

Para ser honesto, tenía muchas ganas de mirar de reojo. Mientras ella se cambiaba me quitaba las zapatillas.

– Listo, ya estoy. 

– Okey, bueno apagaré las luces. – Me dirigí al interruptor y Ema se acostaba en la cama.

– Buenas noches Alonso.

– Buenas noches Ema.

Me acosté en las cubrecamas que acomode en el suelo. Quería acercarme a ella. Quería decirle cuánto la quería. Quería besarla. Quería estar con ella. Sentí un gran impulso por ir a la cama, que irónicamente estaba a centímetros de mi. Las luces seguían apagadas y todo estaba oscuro. Así que me paré. Me acerqué a la cama. La miré, estaba durmiendo, hasta cuando dormía era perfecta. Me acercaba más. Estaba a unos centímetros de sus labios y ella abre los ojos, me mira. Me puse nervioso y caí. Al caer jale su colcha y ella cayó encima de mi. Estábamos los dos en el suelo. Mirándonos. Me acerqué y al ver sus labios, la bese.

Acaricié su perfecta y tersa piel. Sus manos acariciaban mi rostro. Besaba su dorso lentamente. Sus perfectos ojos pardos me transportaban a otra dimensión. Sus labios rosas tenían un aroma a cereza. Su bella cintura se encontraba junto a mi cuerpo. Todo en ella era perfecto. 

–  Es mi…

– La mía también. – La mire a los ojos sabiendo que en verdad lo que sentía era amor. – Y quiero que sea contigo. 

Me puse sobre ella y la ame. 

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Tik Tok: @andy.calen

Instagram: @andycalenblog

Facebook: @AndyCalenBlog

Twitter: @andycalenblog

Cap. 5: Mi Ema

*Recomendación para leer el blog con esta canción.

– ¡Chica Avrilera!

Mis manos sudaban, tenía cosquilleos en mis piernas y se me erizó la piel.

– ¿Qué ha sido de ti? – Sonrió amigablemente – ¿Cómo estuvo tu cumpleaños?

Trataba de definir si en verdad el destino me estaba jugando una mala pasada o si realmente me lo merecía.

– ¿Ah? – ¡No se te ocurrió otra cosa, Ema!

No lo había visto desde mi cumpleaños hace unos meses, pero seguía igual.

– Quise saludarte personalmente, pero ese día… – bla bla bla, sí, Matías. No pudiste porque estabas con esa estúpida chica – era el cumpleaños de Nadir – Ema, no juzgues sin antes escucharAhora me siento mal. El cumpleaños de su mejor amigo. ¡Haz un cumplido!

– ¡No te preocupes! – repliqué efusivamente. ¡Perfecto! Ahora pensará que eres una loca. ¡Genial, Ema!

– Realmente me hubiera gustado verte un momento, por lo menos.

Él realmente no se percató de que ese día estaba ahí. Ni siquiera se había percatado de que estábamos en el mismo instituto.

– No hay problema. De todos modos no hice nada.

– ¿Te encuentras bien? – preguntaba curioso.

Siempre fue esa clase de chico que se preocupa por sus amigos. Supongo que en alguna parte de su mente él me consideró su amiga.

– Noto que no estás siendo “tú”. ¿Pasó algo?

No negaré que me agradaba notar esa curiosidad, pero no estaba de humor como para tener esa charla ahora.

– ¿Sabías que… estamos en el mismo instituto?

– ¿No? ¡En serio! Eso… eso es – tenía un poco de brillo en sus ojos o al menos eso fue lo que creí ver.

– ¡Es una enorme coincidencia! ¿Por qué nunca me lo dijiste?

– Eso ya… ya no importa – evadí su mirada.

Hubo un pequeño silencio incómodo.

– Y… ¿por qué llevas Pepsi? – supe que quería cambiar de conversación – ¿Estás…? ¿Es lo que pienso?

– No había Coca-Cola, así que pensé…

– ¡Vaya! ¡Vaya, Ema, nunca dejas de sorprender, jajaja! ¿Qué ron es?

– Cartavio.

– Si es el caso, entonces invítame. Yo pongo los cigarros – Sonrió.

Llegamos a mi casa y lo hice pasar. De hecho, no era la primera vez que había estado en mi casa. En la época en la que los dos “tuvimos una historia” – porque realmente no sé cómo describir lo que tuvimos – venía con frecuencia por la cochera cercana al jardín.

Entramos a la cocina y saqué el ron. Él hizo la mezcla y lo puso en la botella de Pepsi. Volvimos a salir cerca al parque de mi casa y la casa de su abuela de Matías – sí, su abuelita vive cerca de mi barrio. ¡Menuda suerte que tengo!

ff5eccd32c71cd4f576107d812c6273c

– No esperaba verte hoy Ema – tomaba un sorbo considerable de la botella – vine a pasar unos días con mi abuela porque siento una enorme presión en esa casa donde vivo. No quiero sonar cursi, pero realmente ella es la única que entiende mi amor por la música y que realmente quiero algo… – estaba tratando de abrirse conmigo o eso es lo que quise pensar.

– Algo serio.

– Sí… – me miró, tenía una sonrisa diferente, la sentí sincera por primera vez. – Tú ¿por qué bebes?

– Eso no importa…

– Sé que no he sido un buen amigo – bebía otra vez – también sé que no fui la mejor persona en la secundaria. Ahora lo entiendo. Todos los que dicen conocerme en realidad no me conocen, siento que he vivido una falsa en estos años y de alguna manera me siento culpable… – silencio – por ti.

– Eso no… – me interrumpió.

– Déjame decirlo, por favor – sus ojos estaban cansados ​​- perdóname… – sentí la sinceridad de sus palabras.

– Nunca me lastimaste. No tienes por qué sentirte culpable. Eres un buen chico, Matías.

– Te admiro – extendiendo su mano hacia mi rostro, me miró y continuó – ¿Sabes? – bajó sus manos – cuando te “revelaste” ese día en la escuela, no sabes cuánto te envidié. Yo hubiera querido tener ese mismo valor, tienes coraje. Eres una chica y posiblemente la única chica más valiente que conoceré.

– No me considero valiente, pero – siguió interrumpiéndome.

– No sé por qué estoy diciendote estas cosas. Probablemente son los efectos del cigarro y el trago o quizás simplemente encuentro en ti algo que no encuentro en otras personas. Es algo difícil de explicar…eres perfecta.

– No, para nada lo soy – sonreí – Deja de beber, es mi turno ahora – le quité la botella.

– Cierto, tienes el corazón roto, mereces beber. Y bueno, a eso agregale que pusiste el ron.

– ¿Cómo puedes saber… – me quedó atónita.

– Aunque no lo creas, te conozco, Ema.

Silencio prolongado.

– Besé a alguien a quien no debí besar. Siento que arruiné la amistad y tengo miedo.

– Eso… es intenso. – Se sorprendió – Eso es bastante intenso.

– Si.

– De algo estoy seguro, sé que ningún chico se alejaría jamás de ti. Eres increíble, Ema. No creo que ningún chico que te conociera lo suficiente lo permitiría. Sería un completo estúpido si lo hiciera. No temas por algo que hiciste, debes tener miedo por algo que pudiste hacer y es muy tarde para hacerlo – Matías tenía una mirada de frustración.

– Son palabras intensas – no había conocido esa parte de él y no sabía cómo me veía.

– Bueno, ya es media noche. La abuelita me esperaba a las nueve y media, jajaja.

– Entiendo.

– Fue un gusto hablar contigo. Un verdadero placer, Ema.

– Me agrada saberlo – sonreí.

– Volver a la realidad es frustrante, pero así son las cosas.

– Dímelo a mí – sentí necesario decir algo de sarcasmo.

– Jajaja, nos vemos más tarde en el instituto – Nos abrazamos – Te quiero, Ema.

Matías se despidió y lo vi irse con su típica casaca de cuero negro y sus jeans.

Conversar con él me hizo sentir mucho más tranquila. Conocí una parte de él que lo hacía más humano, no el típico chico popular que solía ser en la secundaria.

Era bueno saber que entre Matías y yo las cosas estaban bien. Sentí por primera vez una gran tranquilidad, una inmensa paz interior. Supe que tenía que hablar con Alonso, tenía unas grandes ganas de hablar con él.

Al llegar a casa y entrar a mi cuarto, ingresé a Facebook y vi su mensaje. Decía:

Ema, mi Ema.

¿Han sentido esa emoción cuando leen las historias de Wattpad? Pues esa misma emoción la sentí.

Si creí haber cometido un error, pues no me imagino sin haberlo cometido.

No sé cómo terminarán las cosas entre Alonso y yo, pero algo que aprendí hoy es que aunque no sepa bien qué me espera en el futuro, siempre estaré dispuesta a intentar una y otra vez. Es mejor hacer lo que sientes en el ahora y no esperar hacerlo en el futuro, porque puede que sea muy tarde para ello.

Gracias, Matías.

.

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Tik Tok: @andy.calen

Instagram: @andycalenblog

Facebook: @AndyCalenBlog

Twitter: @andycalenblog

https://www.tiktok.com/@andy.calen?lang=es

Lógica

¿Qué se siente perder a alguien?

Intenta recordar, cierra tus ojos.

Mira sin abrirlos.

Recuerda esa primera vez.

La primera vez que lo besaste.

Construye paredes sobre él. Rodéalo.

La música de sus labios a lo lejos…¿Lo escuchas?

Piensa que es un ruido blanco. Ya dejó de ser dulce.

Es un sonido horrible.

 

Ese paseo por el río…cuando tus dedos de tus pies se enterraban en la arena mojada.

Siente tus pies, la caricia de su mano, liberate.

Eres tú.

 

Recuerda una vez más la primera vez que lo tocaste.

Las maravillas de ese instante. Te preguntas: ¿Alguna vez cesarán?

 

Ahógate  en el recuerdo, ahógate sin creer.

Maldice si en necesario. Maldice por lo que has recibido. Ya no creas.

Muere.

 

Has que el cause del río se seque.

Es un bendito y maldito misterio.

Un gran misterio el amor.

¿No encontraras otro?

 

Corre. Corre si así lo prefieres.

Se amante si así lo quieres.

Deprimete. Permítete hacerlo.

Estáte propenso a la miseria.

 

Habrá siempre una marca.

Una marca en tu hombro que siempre te lo recordará.

 

¿Cuánta tristeza puede tomar?

Mira mi hombro y ve la diferencia.

 

¿Cuando el amor se termina?

Todo río tiene un final.

 

Duerme en la misma cama que compartieron.  Duerme en mi cama.

Mantén tus manos sobre mi cabeza hasta que que tome mi último aliento.

Recuerda la primera vez que me tocaste.

Siente las maravillas de ese instante.

 

¿Si alguna vez cesarán?

Ahógate  en mi recuerdo, ahógate sin creer.

 

Maldíceme si en necesario.

Maldice por lo que te he hecho recibir.

Ya no me creas.

Se libre.

El amor no es un misterio.

 

 

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Facebook: @AndyCalenBlog

Instagram: @andycalenblog

Cap. 4: What are you so afraid of?

Antes de empezar con la catarsis que escribiré tienen que hacerme un favor.

Recomendación para leer este blog, escuchar esta canción.

***

Empezaré diciendo que me considera una tonta. Una completa idiot@.

Perdonen el lenguaje, no pretendo dármelas de “poser” tratando de escribir ofensivamente.

Solo…estoy tratando de descargar toda la mierd@ que llevo dentro ahora.

Odio cuando no puedo tener el suficiente coraje para enfrentar ciertas situaciones en mi vida. Odio tener que lidiar con mi maldita incompetencia para reaccionar en los momentos en que debo reaccionar y odio completamente que mi único medio para desahogarme sea escribiendo.

Se preguntarán por qué tanto odio particularmente en este post. Es porque hoy las “cosas con Alonso tomaron otro rumbo” y no me refiero a un rumbo amigable… me refiero a un rumbo más… digamos, diferente y nuevo.

¿No sé si fue un error? – Pero siento que al comienzo todo parecía estar perfecto, hasta de hecho me sentí muy bien a su lado, pero en algún momento empecé a hacerme muchas preguntas, tuve dudas y entré en pánico por no tener respuestas –¿No sé si yo cometí un error? – Siento que fue un impulso, de eso tengo certeza, pero no tengo la menor idea de por qué decidí tener este impulso.

Tengo recuerdos de Alonso mirándome fijamente a los ojos y yo escapando de esa situación.

Sé que no debí correr ni huir, como les dije, soy una maldita cobarde. No quiero que se sienta como una excusa, pero ciertamente no supe qué hacer después de ver a Alonso parado, su cara lo decía todo, desconcierto, tristeza y algo de aflicción.

Por las escaleras cerca de nuestro salón, él me pasó la voz. Nos saludamos con nuestro saludo “especial”, caminamos, conversamos como siempre solemos hacer, pero al mirarlo… tenía una sensación en el pecho, una opresión, un impulso que, al decir verdad, lo tenía desde ya unos días atrás.

Días después de mi cumpleaños, él y yo nos hemos acercado aún más. Los cinco meses con él en mi vida después de decir que sería una nueva Ema han sido más agradables, los momentos que compartimos juntos hacían que las cosas en mi vida fluían mucho mejor de lo habitual – me pregunto si esos momentos cada vez más cercanos con él quizás… ¿me hicieron hacer lo que hice?.

Al pasar por el centro del mall en una de nuestras largas caminatas que solemos hacer siempre saliendo del Instituto, él me habló de lo mucho que le gusta “Videoclub”, nuestro grupo favorito. Siempre que suele hablar de Videoclub es inevitable que cante algunos versos de sus canciones. Y cada vez que lo hace, su perfecta pronunciación del francés hace que se me erice la piel.

Sin darme cuenta porque andaba perdida en los versos franceses, llegamos a la zona de estacionamiento del centro comercial. Nos sentamos por un momento, hubo un silencio que no fue incómodo. En esta época del año el invierno suele ser el más fuerte y yo en lo particular soy muy friolenta, él me dio su sudadera, después sacó de su bolsillo su iPod y reprodujo “Roi” ( https://bit.ly/2N2OJ1q ) , nuestra canción favorita. Él seguía hablándome, en algún momento sus palabras dejaron de tener sentido para mí. Todo el alrededor se volvió borroso y era como estar sola con él en un espacio alterno. Perdí la noción del tiempo y lo veía muy lento, hablaba de manera muy lenta y cálida a la vez. Repentinamente me acerqué, me miró, lo miré, él trató de continuar hablándome sobre lo que fuera que me hablaba, la canción llegó al coro y sentí que no podía resistirme más a ese impulso que sentía ya desde hace unos días. Lo besé.

16

Me quedé paralizada después de que él correspondió al beso. Ambos estábamos sentados en la acera del estacionamiento, mirándonos sin saber qué hacer o cómo reaccionar. Estaba impresionada de mí misma, jamás había hecho algo como eso antes, jamás había tenido un impulso de esa magnitud… jamás imaginé besar a Alonso.

Lo cierto era que ya lo había hecho y no tenía ni la más remota idea de qué hacer. Decidí irme y él me siguió, lo miré sin decir una palabra, su mirada era de sorpresa, solo dije: “Me tengo que ir” y salí corriendo. Decidí mirar hacia atrás, y él había avanzado, estaba corriendo detrás de mí. Aceleré mis pasos y cuando volví a mirar por segunda vez, vi que él ya no corría más y se quedó parado mirándome, su cara lo decía todo: desconcierto, tristeza y aflicción.

Es extraño cómo pueden cambiar las cosas inesperadamente – ¿por qué no pude evitar mis impulsos? ¿por qué dejé que pasara? – Ahora realmente tengo miedo de arruinarlo todo. Tengo miedo de perderlo, él es, sin exagerar, lo mejor que me ha pasado desde que dejé la escuela y no quiero perder lo único que me ha hecho bien hasta ahora.

Llegué a casa desconcertada y con una sensación de odio hacia mí misma. Mi mamá dejó una nota en la puerta de mi dormitorio: “Dejé tu cena en el microondas, duerme temprano, mañana tienes clases, tengo una reunión, llegaré tarde. Besos, te quiere tu mami”.

No tenía hambre, así que tomé una de las botellas de colección de papá. Ya no les serviría de nada a él ahora que no vive con nosotras. Como es costumbre, el ron tiene que acompañarse con algo, pero en casa no había ni un líquido decente para acompañarlo. Así que tuve que ir a comprar algo para servirme el ron y poder reflexionar lentamente acerca de lo ocurrido.

De camino a la tienda, me di cuenta de que aún llevaba puesta la sudadera de Alonso. Ese olor único de su perfume es inevitable de olvidar. Pensé en cómo entregársela, pero ni siquiera sabía si volveríamos a hablarnos después de lo que había pasado. No sabía si él querría seguir siendo mi amigo, y no tenía cabeza para pensar cómo entregarle su sudadera.

La tienda más cercana estaba cerrada, así que tuve que cruzar el otro barrio para conseguir una gaseosa. Al salir de la tienda y estar lista para cruzar la avenida, vi a alguien que se bajaba de uno de los autobuses.

No lo podía creer. Mis ojos me estaban jugando una mala pasada, una muy mala.

Era Matías.

Continuará…

.

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like

Pueden seguirme en:

Tik Tok: @andy.calen

Instagram: @andycalenblog

Facebook: @AndyCalenBlog

Twitter: @andycalenblog

https://www.tiktok.com/@andy.calen?lang=es

Cap. 3: Nueva Ema

a3462b8598c6b459b90dc135237e16cd

Probablemente mi redacción hoy este algo confusa y dispersa.

Mi vida parece una telenovela, con mucha tragedia y abundante drama. Yo no entiendo por qué la vida se empeña en siempre ponerme en los lugares menos oportunos, en los lugares en los cuales no quiero estar. Realmente quería huir de ahí, al decir verdad quería esconderme en el baño de chicas y nunca salir. Solo sabía que no quería que ninguno de los dos me viera y menos con esa expresión en mi rostro.

Si me preguntan qué es lo que sentía en ese momento realmente no sabría que responderles. No se muy bien aún sobre las emociones que me invadieron en ese momento, solo sabía que quería escapar. Era tanta mi incomodidad que empecé a sudar las manos y sentir una opresión en el pecho que justo se intensificó al verlos a ellos juntos, hablándose, sonriéndose, riendo mutuamente. Sentí sus miradas y sabía bien qué significaba esas miradas porque yo ya la conocía.

Los ojos brillantes de ellos dos y yo a unos metros de ellos.

Realmente no fue una buena escena.

Alguna vez ¿Han intentado quitarle el ‘play’ a un jugador que saben que esta a punto de ganar el juego? Justamente esa sensación de molestia combinada con fracaso es la que sentí yo en ese momento al verlos.

Cerré mis ojos y sentí una gota de agua en mi mejilla. En ese instante supe que tenía que desaparecer de ahí para evitar ser el ridículo en frente de ellos.

Fui al baño, mis mejillas estaban húmedas y mis ojos rojos… había llorado.

Me mire en el espejo y me observe a mí misma, estaba sola, era yo con mis lagrimas en los ojos y agitada. Me di cuenta de que estaba actuando como una tonta, una cobarde sin dignidad. Seque mis lagrimas, salí del baño y me dirigí al aula 309 del Instituto. Esperaba a que uno de mis amigos saliera para poder distraerme pero para mi mala suerte nadie estaba, el salón estaba completamente vacío.

Me quede a fuera aún con la esperanza de que alguien que conociera pase. Saque de mí mochila mi Ipod y empecé a escuchar “Cool” de Gwen Stefani – quizá no fue buena idea escuchar esa canción –

Supongo que querrán saber a quién vi…

Vi a Matías y Cristina juntos. Y verlos a ellos definitivamente no me hizo nada bien.

Los minutos pasaban pero para mí el tiempo en ese instante era irrelevante. Todo me daba vueltas, esa escena una y otra vez se volvía a pasar por mi mente y yo seguía igual de atónita sin  saber cómo reaccionar.

Y no es que no me hubiese imaginado ese día, de hecho sabía que ese día tarde o temprano iba a llegar porque – ¡Vamos! Vivimos en el mismo distrito – pero nunca imaginé reaccionar de esa forma.

Me imaginé una versión muy distinta. Sabía muy bien que Matías no es un chico que pueda estar solo, no es parte de su naturaleza. Sabía bien que Matías nunca dejaba pasar las oportunidades con las chicas por eso me había preparado mentalmente para ese día. De hecho en mi mente, al verlo con alguien más yo reaccionaba de la mejor manera y hasta podría decirse que sentía alegría por verlo bien con otra persona. En mi subconsciente era una forma de tratar de ser la mártir de la historia algo que definitivamente no paso y que cada vez que volvía a recrear esos 5 minutos de mi vida me seguía sintiendo mal.

Teniendo todas las canciones de Coldplay en mi mente – porque si, tengo todos los álbumes descargados en mi Ipod – baje las escaleras y al llegar al primer piso, exactamente en medio del patio Alonso estaba ahí.

tumblr_mkwnt9xmm61s91zeso1_400

Él dijo:

¿Dónde esta la cumpleañera más linda? ¡Feliz cumpleaños Ema!

Extendió sus manos y me abrazó. Fueron los 5 segundos más largos y reconfortantes que he tenido.

Y si… hoy es mi cumpleaños.

Saliendo del Instituto fuimos a un café cercano – tenemos en claro que soy la persona con más surte en este planeta ¿cierto? – en este mismo café, a esa misma hora Matías estaba ahí y no solo, con Cristiana. Parecía que el mundo estaba en contra mía en el día de mi cumpleaños.

Matías estaba en el mismo café y a la misma hora al igual que yo. Él seguía con Cristina y un grupo de amigos, todos se veían muy bien. A los segundos todo su grupo se retiro del café. Compre un mocaccino y Alonso un frappucino de chocolate. Conversamos horas de horas, le conté lo que pasó con Matias y mi reacción que tuve al verlo. Él pudo despejar mi mente con algunas de sus ocurrencias, fue demasiado entretenido pasar tiempo con él.

Llegué a casa, exactamente hace unos 15 minutos, había toda una reunión familiar en la sala pero no me sentía del todo bien como para pasar tiempo familiar así que subí a mi cuarto. Entre al Facebook como siempre lo suelo hacer cuando llego a casa y ahí estaba esa notificación, la notificación más inesperada y agridulce que he tenido: “Matías a publicado en tu muro”. Al terminar de leer me quede sin respiración por unos minutos, suspire y le di click:

 ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! Pásala genial lmL y recuerda, siempre tenlo presente que Avril Lavigne apesta jajajajaja solo bromeo, diviértete (:

¿Cómo estoy?

Tengo una cajetilla de cigarros a mi costado y al otro un six pack de cerveza ¿Resume bien cómo estoy?

Tire mi laptop a un lado y me eche a la cama recordando todo lo que pase en mí secundaria, absolutamente todo. Supe que todos esos recuerdos quedarían en mi mente, supe que entre Matías y yo todo estaría bien. Dicen que no hay una primera sin segunda pero en está ocasión ya no existía una segunda. Historias así se ven poco pero historias como estas forman parte de una gran historia.

Hoy comienzo a escribir una nueva historia metafóricamente y literalmente. Una historia sin nada de perjuicios, ni lamentos, ni tristezas, solo yo y una nueva yo.

Hoy nace una nueva Ema, una que conoce muy bien lo que quiere. Por primera vez en mi vida se perfectamente lo que quiero y tengo grandes expectativas para mi futuro.

Me siento feliz y es lo que importa ¿No?

.

Publicado por Andy Calen©

*Gracias por visitar el blog. No se olviden de compartir y darle un like.

Pueden seguirme en:

Tik Tok: @andy.calen

Instagram: @andycalenblog

Facebook: @AndyCalenBlog

Twitter: @andycalenblog

https://www.tiktok.com/@andy.calen?lang=es